martes, 10 de noviembre de 2009

Predicador

Hoy un tipo tocó la puerta de mi casa para predicar su religión a través de una revista que tenía por título "Tecnología. Bendición o maldición?".
El tipo estaba claramente en contra de la tecnología, decía que a pesar de tener muchas cosas positivas, también tenía muchas negativas y todo eso que tiran todos los predicadores de puerta en puerta. Mientras predicaba sus ridiculeces, me decía que tenía que ver todas las opciones para poder comprar y llegar a una conclusión, "Bueno," pensé yo, "tendré que entrar a leer folletos de los budistas, los hindues, los judíos..." cuando el viejo este interrumpió mi pensamiento diciendo que en esa revista estaba todo para poder tomar una elección. Mirando los títulos se podía ver "Usar la tecnología con responsabilidad" y cosas similares, incluso tenía un artículo que se llamaba "Puedo amar a mis enemigos?", cuando me comentó sobre este artículo un ejercito de las cruzadas me apareció en mi cabeza, junto a la pregunta "Pueden ustedes?". El viejo culminó con que los medios venden y venden, y la gente compra y compra, y a fin de mes tienen problemas con las tarjetas. Finalmente me preguntó si me quería quedar con la revista, le dije que no y me dirigí hacia la puerta.

Este episodio me dejó pensando... Este tipo se aparece en mi casa vendiendo algo a la vez que rechaza el consumismo. También pone a la religión como respuesta a un problema social, que personalmente no creo que sea un gran problema, las tecnologías son, no tienen adjetivo, así como se pueden hacer cirugías láser que pueden devolver la vista a las personas, o como se puede hacer un corazón artificial; también se construyen armas cada vez mas destructivas, pero, hay algo que podamos hacer? La tecnología evoluciona, lo unico que se puede hacer es detener a quienes usan esas tecnologías, pero, si ellos tienen mas poder? Este pensamiento ya se está derivando a otro tema, y creo que debería cortar por acá.

Ahora les dejo con una linda canción de Iron Maiden, Judas Be My Guide (Judas, sé mi guia).
Que terminen bien la jornada, saludos.

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